Son las enormes ganas de crearte, escucharte, sentirte, apoyarte y conocerte aún más, las que me inspiran para expresarte literalmente lo que siento por ti. Y es que no me canso de escucharte y sentirte, amo la manera en la que haces tuya mi mente y la manera en la que me envuelves con todos los encantos que parecen nunca terminar. Cuando creo haber conocido todo de ti, me vuelves a sorprender y siempre superas mis expectativas, de alguna u otra forma. Siempre te das a notar; tus muchas virtudes jamás podrían pasar desapercibidas. Eres lo que une y separa, todo lo que sobra y lo que falta. La tristeza y la felicidad. Eres lo que hace rebozar el hueco de felicidad y a veces lo que vacía aún más el hoyo que se siente en el estómago.
Puede que seas ya la razón de mi vivir, la razón de mi ser, me doy cuenta que dependo de ti en todos los sentidos. Me despierto contigo en la cabeza todo el día pienso en ti, me duermo contigo y sueño contigo. Tu presencia esta las 24 horas del día en mi ser sin apartarte ni un segundo.
Eres mi refugio, mi distracción; mi pretexto! Eres lo que siempre has sido y eso es lo más genial, que nuca has cambiado, solo te reinventas, evolucionas cual ser vivo. Doy gracias a Dios porque es el único autor de tu vida. Nadie más hubiera podido crear tal perfección como la tuya.
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